
Un tsunami pasó ayer por el Tribunal Estatal Electoral e hizo trizas el escenario fabricado por un funcionario estatal con papel de china y humo de los escapes de los camiones urbanos. Al aplicar el criterio de la Sala Superior en cuanto a la paridad y equidad de género, las piezas en el tablero de ajedrez se movieron estrepitosamente. La sorpresa fue que Adelita Jiménez se mordió la lengua y votó a favor del proyecto para tumbar a varios varones, entre éstos a su protectorado Roberto Fuentes. Este caso deberá ser analizado y comentado en parrafadas posteriores, en razón de que su caída no solo le pega al grupo de La Corraleja sino que desfondó gravemente al equipo del Alcalde Marco Bonilla. Lo notable es que tanto Roxana García como Hugo Molina y Adela Jiménez formaron un solo bloque para votar por unanimidad todos los asuntos, especialmente los de mayor profundidad jurídica y de trascendencia política. Ya será Yanko Durán, la Presidenta del Instituto Estatal Electoral, la que cante los nombres de los que salen y de los que entran, pues habrá que esperar el análisis correspondiente y los efectos jurídicos conducentes. Además, nadie debe cantar victoria porque en esto no ha caído aún el último out en razón de que el plazo para impugnar ante la Sala Regional o en su caso ante la Sala Superior se abrió apenas y el órgano resolutor tiene hasta el último minuto del último día del mes de agosto para dictar la última palabra.