
Hace seis meses se denunció la inoperancia de varios semáforos peatonales en puntos críticos de Ciudad Juárez, sin que hasta ahora se haya realizado su reparación. La exigencia vino del colectivo Peatones Heroicos, que ha documentado fallas graves en cruces de alto riesgo como Paseo de la Victoria, Ejército Nacional, Tecnológico y Eje Vial. La Dirección de Control de Tráfico, bajo la batuta del panista de cepa, Gerardo Arámbula, ha ignorado por completo esta denuncia. Lo más grave es que fue el propio Arámbula quien se comprometió públicamente a solucionar el problema y completar las reparaciones antes del 15 de mayo. Hoy, a casi agosto, no sólo no cumplió, sino que ni siquiera se ha visto voluntad de hacerlo. ¿La razón del abandono? Se rumora que desde la muerte de su yerno, Arturo Urquidi, el señor Arámbula tiene la atención puesta en otras dependencias, no en la que debería estar supervisando. Incluso fue el primero en alzar la mano para quedarse con Comercio, para que todo quedara en familia. Una joya el funcionario, que presume profesionalismo mientras que los semáforos siguien muertos y los peatones arriesgan su vida cada que cruzan.