La Columna

MANO DURA

  • Por Editora M
MANO DURA

Hasta eso, tanto las policías ministeriales y estatales, como jueces, traen la mano dura contra los secuestradores. Mientras apenas esta semana fue rescatado un restaurantero extraído de su casa con lujo de violencia y hasta con una herida de bala, la Fiscalía Especializada en Operaciones Estratégicas acaba de obtener una sentencia condenatoria de 50 años de prisión contra dos acusados de este tortuoso delito. Los culpables responden a los nombre de Francisco Manuel T. S. y Erika Janeth T. A. Si se pregunta porque aún no se hacen públicos los apellidos es porque la sentencia no causa estado todavía; es decir, todavía tiene tiempo de impugnación. El chiste es que fueron declarados penalmente responsables por su participación en el secuestro de dos personas de origen cubano que se encontraban de paso por Ciudad Juárez a principios del año pasado. El relato del MP dice que el pasado 18 de enero de 2023, Francisco Manuel T.S. y Erika Janeth T.A., fueron detenidos por elementos investigadores, mientras liberaban a una de las víctimas tras cobrar la cantidad de tres mil dólares;  dicha víctima alertó a las autoridades y los condujo al lugar de cautiverio en donde aún se encontraban custodiando a la segunda víctima, dice el relato. El pasado 15 de abril de este 2025, el Tribunal de Enjuiciamiento dictó el fallo condenatorio y ayer recibieron la sentencia que purgarán en el Cereso número 1.  Ambos I mantuvieron privados de la libertad a los extranjeros por alrededor de mes y medio en una casa de seguridad, en la colonia Lomas de Poleo en Ciudad Juárez, mientras se exigía a los familiares el pago de 12 mil dólares a cambio de liberarlos. Además de la gravosa pena de 50 años de prisión, aseveró la fiscalía, el Órgano jurisdiccional del Distrito Judicial Bravos les impuso una multa de casi cuatrocientos mil pesos, además del pago de la reparación del daño a las víctimas por la afectación psicológica que resultara derivada del evento sufrido. Si bien va en aumento este delito, parece que hay compromiso por no dejarlo crecer, sobre todo cuando los malandros ni de Juárez son.