Entrevistas

Legado de Grandeza: el himno que hace vibrar el corazón migrante

  • Por Editora M

Ciudad Juárez.- El calor del desierto no impidió que cientos de personas se reunieran, algunas desde sus automóviles, otras a pie, para presenciar un evento cargado de emoción y orgullo; la presentación del himno dedicado a los migrantes mexicanos. 

En el escenario, el colectivo musical Legado de Grandeza entonó con fuerza y sentimiento una melodía que, como confesaron muchos asistentes, “pone la piel chinita”.

En entrevista exclusiva, algunos de los integrantes del colectivo compartieron los orígenes, motivaciones y emociones detrás de esta composición que ya ha comenzado a convertirse en un símbolo de identidad para quienes han tenido que dejar su tierra en busca de una mejor vida.

"Es una canción que nace del alma"
Al micrófono, uno de los vocalistas, Javier Mendoza, originario de Monterrey, explicó que el himno no fue escrito con prisas ni fórmulas, sino con el corazón.

“Cada estrofa fue pensada para hablarle directamente al migrante, para recordarle que sus raíces no se han perdido y que su lucha no es invisible”.

La canción, titulada “Cruzando Sueños”, fue resultado de una colaboración impulsada por Latin Power, una empresa dedicada al impulso artístico con causa social. 

En el proyecto participaron artistas de distintos puntos del país, como Tijuana, Monterrey y Ciudad Juárez, todos unidos por un mismo objetivo; rendir homenaje a los millones de mexicanos que han emprendido el camino de la migración.

Unidad musical, fuerza emocional

Durante la presentación, las emociones fueron palpables. 
Mientras la melodía fluía, más de uno en la fila de autos sacó un pañuelo o colocó la mano en el pecho. 

Algunos bajaron la ventanilla para escuchar con mayor claridad.
“Nos dimos cuenta de que algo poderoso estaba pasando cuando vimos a la gente y al escuchar la canción por primera vez.

El sentimiento migrante es algo que muchas familias en México conocen. “Lo llevamos en la sangre”.

La fuerza detrás del sonido

Cheli Carmona y Checo, dos reconocidos productores musicales, fueron piezas clave en la composición e instrumentación del himno. “Ellos entendieron perfectamente que no se trataba de hacer una canción más, sino de construir un canto de identidad y esperanza”, explicó Mendoza.

Los arreglos musicales están pensados para combinar sonidos tradicionales mexicanos con elementos modernos, como el beat urbano y la fusión de cuerdas regionales. 

“Queríamos que la canción sonara como México, pero también como el mundo que los migrantes enfrentan allá afuera”, añadió.

Un mensaje que trasciende fronteras

Los integrantes de Legado de Grandeza coincidieron en que lo más importante de esta creación es su mensaje.

“A los migrantes les decimos que no están solos. A quienes se quedan, les pedimos empatía. Y a todos, les recordamos que México sigue siendo uno, sin importar la distancia”.

“Esta canción no solo la cantamos nosotros. La canta el corazón de cada migrante”, concluyó Mendoza.