


Ciudad Juárez.- En un estado como Chihuahua, donde los desafíos en materia de justicia penal requieren no sólo preparación, sino una verdadera vocación de servicio, emerge una figura que ha forjado su carrera a pulso, con la convicción inquebrantable de que la justicia no puede ser privilegio, sino garantía.
Se trata del abogado Ulises Pacheco Rodríguez, aspirante a Magistrado Penal con el número 26, en la boleta de color verde olivo, un profesional cuya historia es testimonio de perseverancia, ética y visión integral del derecho.
El sueño de infancia que se convirtió en misión de vida
Desde que era niño, Ulises se imaginaba como abogado. No lo hacía por influencia externa o moda, sino por una convicción interna que fue madurando con el tiempo.
Siempre tuvo claro que su vocación era el derecho penal.
“Nunca pensé en otra rama. Siempre quise ser penalista. Esa era mi meta, mi sueño, y hoy puedo decir con humildad que lo he cumplido”, comparte con la firmeza de quien ha recorrido el camino con integridad.
Una formación jurídica sólida y especializada
Egresado de la Universidad Autónoma de Ciudad Juárez (UACJ), donde estudió Derecho, Pacheco Rodríguez se ha mantenido en constante preparación.
Obtuvo una Maestría en Ciencias Penales y Criminalística, y más tarde un Doctorado en Derecho Penal.
Además, se especializó en Justicia para Adolescentes, demostrando no sólo profundidad en su campo, sino también sensibilidad hacia los sectores más vulnerables del sistema de justicia.
“Mi formación ha sido siempre enfocada al área penal. Sin embargo, también tengo conocimientos en materia civil, laboral y familiar. Esto me permite tener una visión más amplia del sistema jurídico y sus conexiones”, afirma.
Una carrera construida entre tribunales y servicio público
Ulises comenzó su trayectoria en el litigio desde su cuarto semestre universitario, cuando ya estaba autorizado para consultar expedientes.
Desde entonces, su vida ha estado marcada por el contacto directo con los procesos, los casos, las personas. No fue un abogado de escritorio, sino de calle, de juzgados, de audiencias.
Su incursión en el servicio público ha sido igual de destacada.
Fue Ministerio Público en la zona norte, donde además se desempeñó como coordinador de personas extraviadas, liderando búsquedas en momentos críticos, como cuando se localizaron fosas clandestinas en el Valle de Juárez.
Más tarde, fue Coordinador General de Agentes del Ministerio Público, y posteriormente, Secretario Ejecutivo del Sistema Estatal de Seguridad Pública, donde su responsabilidad principal fue la administración de recursos destinados a la procuración de justicia en todo el estado.
Administró más de 1,200 millones de pesos, lo que le dio una visión integral de las necesidades estructurales del sistema judicial.
“Desde ahí pude impulsar proyectos con sentido social. Uno de los logros que más me enorgullecen es haber gestionado el nuevo edificio de la Fiscalía Especializada para la Mujer en Ciudad Juárez, un espacio digno y accesible para atender a las mujeres víctimas de violencia”, recuerda.
Otro de sus aportes fue la modernización del trámite de cartas de no antecedentes penales, un proceso que solía requerir largas filas y horas de espera, y que ahora puede realizarse digitalmente las 24 horas del día, los 365 días del año.
Este fue un logro significativo en beneficio de Ciudad Juárez.
La idea de reforzar la seguridad en la Fiscalía Zona Norte —hoy completamente amurallada— también nació de una propuesta mía.
Viví de primera mano la psicosis provocada por los atentados, y fue esa experiencia la que me impulsó a proteger tanto al personal que labora ahí como a los ciudadanos que diariamente transitan por el edificio.
Cuando tuve acceso a los recursos necesarios, se ejecutó el proyecto de blindaje perimetral y, además, se amplió el estacionamiento, lo que ayudó a despresurizar el área y mejorar la operatividad general del recinto."
Una visión moderna de la justicia penal
Para Ulises Pacheco, llegar a ser Magistrado Penal no representa una meta personal, sino una plataforma para transformar la manera en que se imparte justicia.
“Quiero llevar seguridad jurídica, demostrar que el conocimiento técnico y académico puede traducirse en resoluciones justas, siempre con un análisis constitucional, con imparcialidad, y respetando los derechos humanos de todas las partes”, asegura.
Entre sus propuestas destaca la modernización del sistema judicial, promoviendo que los escritos y promociones puedan presentarse de manera digital desde cualquier punto del país, en cualquier momento del día.
Actualmente, en Chihuahua, todo debe entregarse físicamente en los juzgados, generando congestionamiento, pérdida de tiempo y desgaste para los abogados y ciudadanos.
“Tenemos que echar mano de la tecnología, implementar sistemas de presentación remota con firma electrónica, y despresurizar la operatividad del sistema judicial. Eso es justicia efectiva, eso es acceso real”, enfatiza.
Combate a la corrupción y transparencia judicial
Otra de sus banderas es el combate a la corrupción dentro del poder judicial. Para ello, propone una vigilancia sistematizada en cada sala, controles internos más estrictos, y transparencia total en la toma de decisiones.
“Se trata de recuperar la confianza de la ciudadanía. La justicia debe verse, sentirse, y no depender de influencias ni favoritismos”, dice con firmeza.
Un magistrado de puertas abiertas
En su visión como magistrado, Ulises no se ve aislado en una oficina, sino en interacción constante con la sociedad.
“Quiero ser un magistrado que escuche, que dialogue con los medios, con los ciudadanos, con los estudiantes. Vamos a fundar una asociación civil junto con jueces y magistrados para acercarnos a las universidades, a los jóvenes, a quienes hoy estudian derecho y mañana impartirán justicia.”
Para él, el nuevo paradigma judicial no puede quedarse en el papel: debe conectar con la realidad social, con las causas profundas que originan los delitos, con las voces que han sido ignoradas.
El número 26 con una trayectoria que habla por sí sola
Ulises Pacheco Rodríguez compite contra 27 aspirantes más —12 de ellos mujeres—, en una contienda que definirá no sólo quién ocupará una magistratura, sino también qué rumbo tomará la justicia penal en el estado.
Con una trayectoria que combina el conocimiento técnico, la experiencia práctica, la ética profesional y el compromiso social, Ulises levanta la mano como una opción sólida, confiable y profundamente humana.
“Hoy más que nunca, el sistema judicial necesita personas preparadas, pero sobre todo comprometidas con la verdad, con la justicia y con la gente. Estoy listo para servir desde el Pleno del Tribunal. Y si la ciudadanía, si mis colegas, me brindan su voto de confianza, no les voy a fallar”.