La Columna

ASESORÍA EXTERNA

  • Por Editora M

Por fin, la historia de Mireya Torres al frente de Programas y Vinculación de Centros Comunitarios llegó a su fin... Tras semanas de rumores, acusaciones de desvío de recursos y quejas por su trato déspota, la funcionaria fue retirada de su cargo. Sin embargo, la jugada política no fue tan tajante: ahora figura como “asesora externa”, un título que suena más a premio de consolación que a sanción, pues en la práctica ni sus luces se han visto. Quienes sí notaron el cambio fueron los empleados de Centros Comunitarios, que hoy respiran tranquilos sin la sombra de Torres pisándoles los talones ni cargándolos con sus caprichos y aires de reina. La que antes disfrutaba del puesto “a todo dar” sin más ocupación que transferir dinero de eventos a sus cuentas personales, hoy disfruta de ser aviadora de manual: cobra sin aparecer. Al menos, en los pasillos de la dependecia la tensión se esfumó con la ausencia de quien convirtió el trabajo comunitario en su cheque personal.